sábado, 30 de agosto de 2014

¿PORQUÉ NUESTRAS ORACIONES NO RECIBEN RESPUESTAS

PORQUE NUESTRAS ORACIONES NO RECIBEN RESPUESTAS
SANTIAGO 4:1-10
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?  Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.  Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.  ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.  ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?  Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.  Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.  Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.  Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.  Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

  1. Si permitimos la Iniquidad en nuestros corazones.  Salmo 66:18. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.
  2. Si cometemos pecado. Isaias 59:1-2 1    He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;  pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
  3. Si no perdonamos a los demas. Marcos 11:25-26    Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.  Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
  4. Si nos creemos justos en nuestras propia justicia. Lucas 18:10-14
    Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;  ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.  Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.  Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecid
  5. Si dudamos al orar . Santiago 1:5-7
    Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
  6. Si rechazamos la palabra de Dios. Proverbios 28:9 . El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
  7. Cuando nuestros motivos no son los debidos Hechos 8:18-23
    Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,  diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.  Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.  Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;  porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. 
  8. Cuando Pedimos equivocadamente Santiago 4:3  Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 
  9. Si no pedimos para la gloria de Dios 1 Corintios 10:31  Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.   Santiago 4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
  10. Cuando Vivimos en Pecado  Juan 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye
  11. Cuando dejamos a Dios. Jeremias 14:10 Así ha dicho Jehová acerca de este pueblo: Se deleitaron en vagar, y no dieron reposo a sus pies; por tanto, Jehová no se agrada de ellos; se acordará ahora de su maldad, y castigará sus pecados
  12. Cuando rechazamos el llamado de Dios. Proverbios 1:24,25,28   Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
  13. Cuando hacemos oídos sordos al clamor de los pobres  Proverbios 21:13 El que sigue la justicia y la misericordia Hallará la vida, la justicia y la honra.
  14. Cuando somos idolatras Ezequiel 6:15-18 
     Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que éstas.  Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.  Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado de maldad la tierra, se volvieron a mí para irritarme; he aquí que aplican el ramo a sus narices.  Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré
  15. Cuando somos orgullosos Job 35:12-13   Allí clamarán, y él no oirá, Por la soberbia de los malos. Ciertamente Dios no oirá la vanidad, Ni la mirará el Omnipotente.
  16. Si somos enemigos de los hijos de Dios.  Salmos 18:40-41   Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruya a los que me aborrecen. Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó.
  17. Si oprimes a los Santos  Miqueas 3:2-4   Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos;  que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.  Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.
     

LA FE RECOMPENZADA

LA FE RECOMPENZADA
(DIOS SALVA DE LA ENFERMEDAD)
MATEO 5:20
(Mar. 5-25, Luc. 8:43)
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.


 
Su necesidad
Esta palabra no esboza a una mujer que estaba desesperada que tenia una gran necesidad, una enfermedad, un gran flagelo con consecuencias graves para su vida.  La enfermedad que la azotaba la calificaba como impura ante la ley y por tanto apartada de la comunidad.

Lo que esta mujer vivía es un retrato del pecador delante de Dios. Cuando somos impuros con el pecado en nuestras vidas, estamos apartados de Dios.

Definición de la real academia española de la Lengua,

enfermedad.
(Del lat. infirmĭtas, -ātis).
1. f. Alteración más o menos grave de la salud.
2. f. Pasión dañosa o alteración en lo moral o espiritual
Entre varias definiciones, se clasifica la enfermedad como algo espiritual y la de esta mujer era incurable, llevaba 12 años con el mismo padecimiento.  Esta mujer llevaba consigo carga  grande y pesada por muchos años.

Su esfuerzo
Te esfuerzas por alcanzar las cosas que necesitas para vivir, te esfuerzas por tus necesidades, por tu trabajo?  Tenemos que esforzarnos cada día, en nuestra casa, en nuestro trabajo.

Pero el esfuerzo y el consumo de todos lo que tenemos que trae una enfermedad es grande, agotador, y nos quebranta, nos acaba.

El esfuerzo de esta mujer había realizado era grande, pero inútil, consultó a muchos médicos, gasto todo su dinero, gasto su aliento y su hasta su fe.

Su fe genuina
Cuando ella escucho que el señor pasaba, su fe fue genuina, porque a pesar de sus muchas aficiones, de sus limitaciones, de su dolor vino a Jesús, de quien había escuchado cosas maravillosas.  Fue osada; Toco al Señor.  Su fe fue grande, pero vino de la predicación, pues alguien le había hablado de Jesus.

El señor nos dice en Romanos, 10.17  "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios"

Luego que esta mujer tocó al Señor, espero la ayuda que viene solamente de señor
 
Su sanación
Su sanación vino después de que esta mujer débil tocó al Señor, su Salvador e inmediatamente fue sanada.  Con la misma prontitud el pecador puede ser sanado si mira con fe al Señor Jesús porque
  
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios (Hebreos 12:2)

Su sanación vino por el fruto permanente de su fe: "LA PAZ"

Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote (Mateo 5:34)
 
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo 
(Rom 5:1)
Aplicación:
Si estas abatido, cansado, afligido, sin fuerzas, si has gastado todo y todavía no hay paz en tu corazón, te invitamos que busques al Señor Jesús, acercate a el con fe, creyendo que el te puede regalar la paz que anhelas como lo hizo con esta mujer enferma.  En ocasiones nuestra enfermedad no es física, sino en nuestro espíritu. Pero tienes que esforzarte, acercate a el, el te recibirá con los brazos abierto, porque el no rechaza un corazón constricto y humillado (Sal. 51:17)

sábado, 23 de agosto de 2014

LOS TESOROS DEL HOMBRE

LOS TESOROS DEL HOMBRE


La biblia nos relata, en Lucas 12:13-14 (RVR60)

"También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios."

Este era un hombre prosperado, probablemente era envidiado por sus vecinos, sus amigos, Probablemente decían "¡Si tiene suerte!". También era un hombre preocupado, pero por sus cosas materiales, las cuidaba y la atesoraba.   ¡Conoces a alguien así?
Era un hombre perplejo: había muchos pobre a quienes habría podido darle los sobrantes. Pero no tenia amor para con su prójimo, solo pensaba en si mismo
En 1 Timoteo 6:17-19 (RVR60) el Señor nos dice

"A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las "disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna"

 Era un hombre previsior, quería guardar, pero cuando nos excedemos en la previsión podríamos terminar en la avaricia.  El quería una vida holgada por años.  

El salmista nos dice al respecto (Salmos 49:10-11 RV60)  

"Pues verá que aun los sabios mueren;
Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio,
Y dejan a otros sus riquezas.
Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas," 
 Era un hombre perdido y necio porque hizo una revisión para esta vida, pero nada para la eternidad.  Codició las riquesas terrenales, sin interesarse por las celestiales

Mateo nos dice (Mateo 6:19 RVR60)

No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Jesús predico algo muy distinto y opuesto  (Mat 6:33-34)

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Este hombre pensaba que iba a vivir muchos años, pero no tomaba en cuenta que la muerte es enemigo que no avisa.
"No te jactes del día de mañana;Porque no sabes qué dará de sí el día."
(Prv. 27:1) 
¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 
(Santiago 4:13-14 RV60)
Este hombre creyó que su alma era suya para disponer de ella a su gusto, llenándola de placeres  sin tener en cuenta que se hallaba en Manos de Dios, Ningún hombre es Señor de su destino.
He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, ésa morirá.  (Ezequiel 18:4 RV60)
Este hombre vivió en vano, no podía llevarse nada a  la eternidad, por eso Jesús nos amonesta a hacer tesoros en los  y poner los asuntos del reino de los cielos en primer lugar.
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. (Mateo 6:33) 
Apliacion:
Si te has sentido identificado con este hombre, todo es trabajo para tener las cosas materiales, pare vivir bien, afanado y turbado cada día, el Señor Jesús te extiende su manos y te dice que no te afanes, busca primeramente el reino de los cierlos y su justicia y todas las cosas os serán añadida".  La felicidad que buscamos en las cosas materiales es efimera, pero la felicidad que encontramos cuando miramos hacia el reinod e los cielos es eterna"

Asi que levanta tus manos al cielo y dale gracias a Dios por las cosas que tenemos que nos sirven para vivir, pero que sabemos que el vendrá un  día a llevar a su pueblo en las nubes y una ciudad donde las calles son de oro y el mar es de cristal, donde la polilla y el orin no tiene efecto"